Sin mostrar el más mínimo interés por contener la devastadora pandemia de coronavirus, de cuya alta mortalidad, consecuencias económicas, desempleo, saturación de hospitales y otros efectos fue ampliamente advertido, Donald Trump usa desesperado los últimos días de su agonizante gestión, para seguir armando jugadas sucias que, de materializarse, podrían calificarse como un posible golpe de Estado.
Categories